domingo, 30 de mayo de 2010

Los Programas de Diversificación Curricular y los Programas de Cualificación Profesional inicial

Ciertamente, en el marco de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO)  se proponen una serie de medidas para intentar paliar dar respuesta a las situaciones de fracaso escolar. La propia LOE en su preámbulo recoge que: 

(…) la educación secundaria obligatoria debe combinar el principio de una educación común con la atención a la diversidad del alumnado, permitiendo a los centros la adopción de las medidas organizativas y curriculares que resulten más adecuadas a las características de su alumnado, de manera flexible y en uso de su autonomía pedagógica.
 
Este artículo se centra en analizar el la organización de las enseñanzas (objetivos, contenidos, metodología, evaluación) del Programa de Diversificación Curricular (PDC) y del Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), abordando también el grado de aceptación tanto por parte del profesorado, como por parte del alumno de estos programas.

El estudio se llevó a cabo durante los cursos 2007/08 y 2008/09 a 85 profesores y 328 alumnos de la Región de Murcia y a 109 profesores y 484 alumnos de la Comunidad de Andalucía. Los instrumentos empleados para la recogida de datos fueron las entrevistas, los estudios de caso y los cuestionarios.
 
Es una medida extraordinaria que posibilita al alumnado la obtención del título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria. Tiene una duración de dos cursos académicos y está dirigida a alumnos con dificultades generalizadas de aprendizaje y en situación de riesgo de no alcanzar los objetivos de la etapa cursando el currículo ordinario.
El grupo de alumnos debe oscilar entre 10 y 15 años. Será impartido por profesores de apoyo integrados en el Departamento de Orientación o en los Departamentos Didácticos implicados.
 
Los contenidos se seleccionan teniendo en cuenta las características, peculiaridades, intereses y necesidades del alumnado a partir de la programación anual de los mismos. 

El profesorado de los IES que están implementando estos programas afirman que es preciso reorganizar los contenidos adaptándolos a las capacidades de los alumnos. También puntualizan la necesidad de introducir cambios metodológicos en el diseño del currículum. Sin embargo no se dice nada acerca de quién coordina esas innovaciones metodológicas y de adaptación de contenidos ¿el profesor, el jefe del Departamento de orientación?
Los objetivos que se persiguen son estrictamente académicos e instructivos ...y...dirigen la enseñanza y el aprendizaje hacia la asimilación de valores y actitudes.

El profesorado incide en el arduo trabajo que supone el diseño de estos programas para responder a los múltiples déficits y necesidades del alumnado , además de que sean significativos y funcionales para el alumnado al que se dirigen, que les sirvan para algo.
Se emplean gran cantidad de recursos, empleando una metodología participativa a través de  trabajos y exposiciones en pequeños grupos, juegos, charlas, preparación y realización de debates y actividades  individuales, lecturas concretas, prensa, vídeos, libros, Internet, etc.
En suma, la lección eminentemente magistral y expositiva es la estrategia metodológica menos utilizada para con este alumnado en el marco del PDC.

Se destacan también las relaciones que se establecen entre el profesorado y el alumnado y del que, según indican los docentes, depende el éxito del programa. En este sentido, es importante tener una relación de confianza y proximidad entre docentes y alumnado para trabajar los contenidos y desarrollar el PDC. La relación entre profesores y alumnos es mucho más cercana, mucho más afectiva que en los cursos ordinarios, lo cual además se considera una de las principales razones por la que estos programas funcionan.

A través de la relación que establecen profesores/as y alumnos/as junto con las estrategias metodológicas indicadas, se consigue huir de rutinas escolares que fue una de las razones por las que el tipo de alumnado participante en estos programas no consiguió proseguir su formación en los cursos ordinarios. Los/as profesores/as destacan que se utiliza una metodología didáctica más variada que en las clases ordinarias, más activas y mucho más adecuadas al ritmo del estudiante.

Los contenidos se trabajan de una forma mucho más personalizada e individualizada, intentando responder a los diferentes ritmos de aprendizaje que existen en el aula. 

En definitiva, se trata de una metodología que recurre a un conjunto variado de recursos y que acerca la enseñanza al “mundo particular” de este alumnado, entendido por el profesorado como más cercano a una “cultura práctica”. Es una metodología que pretende motivar e implicar a los alumnos en el aprendizaje de los conocimientos, utilizando diferentes medios de expresión y tareas donde lo teórico, lo práctico y las habilidades manuales se integran en el proceso de trabajo en el aula. Se opta por elegir tareas y aplicarlas a la práctica para que los alumnos desarrollen capacidades de autonomía y responsabilidad y sea un esfuerzo que se traduzca en experiencias de éxito.

Se puede aplicar esa variedad de metodologías y hacer este seguimiento más estrecho con los niños que en el curso ordinario porque tenemos un grupo pequeño, no es igual ocho o diez, que los veintiséis del curso normal.

Con respecto a los recursos y materiales didácticos, el profesorado opina que se diseñan materiales didácticos específicos y adaptados a las necesidades y el nivel de aprendizaje del alumnado y que, desde el punto de vista del centro educativo, éste dispone de los recursos suficientes (materiales didácticos, aulas y horarios adecuados) para trabajar con el alumnado.
Por último, haciendo referencia a la evaluación en el PDC, ésta se realiza de forma continua, individualizada y global, acorde con la metodología desarrollada. Se valora todo el trabajo, no sólo el resultado, sino todo el trabajo: el trabajo personal, el trabajo en equipo, el interés, la compresión  global del contenido y de los métodos. Los medios técnicos que han aplicado (...). Los hábitos de trabajo, la organización de las tareas (...). Se evalúa todo el proceso, información, compresión, aplicación, esfuerzo, interés y resultados.

En el marco de este programa, destaca la evaluación inicial del alumnado, pues es imprescindible conocer el punto de partida en cuanto a conocimientos y capacidades, ya que tiene una procedencia heterogénea de diferentes cursos de la ESO, presenta distintas edades y distintos niveles académicos que es necesario conocer para la puesta en marcha del PDC.
Respecto a los criterios de evaluación, corresponden en principio a los diferentes niveles de la Educación Secundaria Obligatoria, pero de hecho se adapta su nivel de dificultad en función del alumnado. 

Por otra parte, los instrumentos que se suelen utilizar para la evaluación son el examen escrito, oral y los trabajos realizados en clase. Junto a ello se tienen en cuenta no sólo conocimientos teóricos sino también comportamentales, conductuales y valores aprendidos y puestos en práctica. En este sentido, se presta atención a la evolución personal de cada uno/a donde el interés mostrado aparece como un aspecto fundamental y valorado por el profesorado.

En relación a las opiniones globales del profesorado de los Programas de Diversificación Curricular, muestran una valoración muy positiva del mismo, tanto respecto a los resultados académicos como a los personales del alumnado.

Los docentes indican que un alto porcentaje de los/as alumnos/as que cursan este programa consigue titular y que continúan su trayectoria escolar hacia un Ciclo Formativo de Grado Medio o Bachillerato. Aquí tenemos un problema que consiste en que muchos de estos alumnos, pese a que se les orienta hacia la formación profesional, terminan matriculándose en Bachillerato y por tanto, estrellándose.
2. El Programa de Cualificación Inicial Profesional  PCPI
 
Se destina a alumnos mayores de dieciséis años, y preferentemente tener menos de veintiún años, cumplidos antes del 31 de diciembre del año de inicio del programa. Excepcionalmente, de acuerdo con los alumnos y con los padres, se podrán incluir alumnos de quince años que hayan realizado 2º curso de Educación Secundaria Obligatoria, repetido una vez y no estén en condiciones de promocionar a 3º.

Con carácter general, ingresarán en estos programas:
Alumnos con grave riesgo de abandono escolar y con un historial de absentismo. Los jóvenes desescolarizados con un fuerte rechazo a la institución escolar. Aquellos alumnos que hayan abandonado tempranamente la escolaridad obligatoria. Aquellos jóvenes que tienen necesidad de acceder rápidamente al mercado laboral. Aquellos jóvenes que presentan necesidades educativas especiales. 

Para acceder a un programa de Cualificación profesional es preciso no haber superado ningún PCPI.

Acceso

Para el alumno escolarizado se accede mediante un informe de la orientación educativa y profesional del Departamento de Orientación. Para aquellos alumnos desescolarizados, el centro de recepción tratará de recabar toda la información socioeducativa del último centro de procedencia. En todos los casos, será necesario un compromiso explícito, por escrito, del alumno y, en su caso, de sus padres.

Al igual que para el PDC, los docentes directamente implicados en programas o medidas suele tomar decisiones sobre el tipo de contenidos, objetivos, metodología, criterios y procedimientos de evaluación. En cuanto a los objetivos que guían estos programas cabe indicar que, aunque dependen de la especialidad de que se trate, responden a una doble finalidad: el facilitar una preparación eminentemente práctica que posibilite al alumnado su futura incorporación laboral y desarrollar una formación que permita al alumnado desarrollar las competencias necesarias para que éste pueda realizar con éxito las pruebas de acceso a los estudios de Grado Medio. 

Se componen de módulos de formación básica en donde los contenidos se estructuran en Lengua, Matemáticas, Conocimiento del Medio y Formación Laboral (FOL) y en módulos de formación específica: materias que tienen un contenido eminentemente práctico, aunque sin olvida el aspecto académico e instructivo de las mismas.La metodología se puede resumir en: activa, flexible, globalizada, funcional y personalizada que trata de dar respuesta a las características y peculiaridades del alumnado. Los contenidos son de  carácter práctico y funcional que se sustentan sobre un currículum “en espiral”, repasando constantemente lo aprendido y construyendo el conocimiento en base a (sobre) lo ya conocido.

La evaluación del alumnado se realiza de forma continua respondiendo a un doble objetivo: en primer lugar, que el profesorado conozca el aprendizaje de sus alumnos/as y, en segundo lugar, que el alumnado conozca también sus resultados.

En general, la evaluación tiene en cuenta los siguientes aspectos: asistencia a clase, trabajo realizado en clase, hábitos y comportamiento y nivel de conocimiento.

En cuanto a las valoraciones realizadas por el profesorado destacan, por un lado, aquellas referidas a la Administración en donde el profesorado de estos programas siente el "abandono y dejadez" por el escaso apoyo y desinterés. Por otro, en lo relativo al equipo docente se echa en falta la falta de coordinación de los equipos docentes de estos programas.Los centros educativos deben integrar estos programas en la vida normal, sin exluirlos relevándolos a lugares apartados, en horarios vespertinos, etc.


1 comentario:

  1. Me interesa tener posibles salidas laborales para trabajar como profesora de educación especial, en esta web https://modulosgrado.com/Modulo-grado-superior-Educacion-infantil.html Además, puede ser una carrera gratificante y de alta demanda.

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